viernes, 30 de marzo de 2012

Reflexión sobre lo que somos

Imaginar, dibujar, crear. Crear, dibujar, imaginar. Da igual el orden. Un arquitecto se desarrolla en esos tres términos. Se mueve y se desliza con la habilidad que adquiere durante su tortuoso aprendizaje.
El arquitecto, en su generalidad, desarrolla todo a través de su mente. Por ello, a través de una idea, imagina, y poco a poco, se ayuda a imaginar durante el desarrollo de su creación, su segundo paso. Este es el más complicado en cuanto a aspectos técnicos, pues hemos de hacer que nuestra idea y nuestra imaginación se traslade al mundo sensible para hacer que el resto entienda nuestra idea. Una vez que se entiende la idea, el siguiente paso es la creación, la cual ya no depende tanto de nosotros, si no que son las manos de otro generalmente las que llevan a la realidad nuestras ideas. Y así es como funciona un arquitecto.

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